Monday, November 19, 2007

El Problema


“ Cuentan que cierto día en un monasterio Zen-Budista, los monjes se encontraron con la muerte de uno de sus guardianes y fue preciso encontrar un substituto.
El Gran Maestro convocó a todos los discípulos para determinar quién sería el nuevo centinela. El Maestro, con mucha tranquilidad y calma, dijo:
- Asumirá el puesto el primer monje que resuelva el problema que voy a presentar.
Entonces, colocó una preciosa mesita de finas maderas en el centro de la enorme sala en que estaban reunidos,
y encima de ésta colocó un jarrón de porcelana con un diseño de exquisito gusto y refinamiento, con varias rosas amarillas de extraordinaria belleza en él. Y dijo así:
- ¡Aquí está el problema! –señalando directamente al precioso jarrón.
Todos quedaron asombrados mirando aquella escena: un jarrón de extremo valor y belleza, con maravillosas flores en su interior.
¿Qué representaría? ¿Qué hacer? ¿Cuál era el enigma encerrado detrás de todo esto? ¿Dónde estaba el problema?
En ese instante, uno de los discípulos sacó una espada, miró al Gran Maestro y a todos sus compañeros, se dirigió al centro de la sala y... ¡zas! Blandiendo la espada, destruyó todo de un solo golpe.
La escena fue impresionante.
Tan pronto el discípulo retornó a su lugar, el Gran Maestro dijo con voz contundente:
- Usted será el nuevo Guardián del monasterio.
Moraleja de la historia:

No importa cuál sea el problema. Ni que sea algo lindísimo. Si ves un problema, precisa ser eliminado. Un problema es un problema, y como tal, es un imperativo categórico eliminarlo.
No importa que se trate de una mujer sensacional y atractiva, o de un hombre maravilloso y seductor, o de un gran amor que se acabó.
Por más lindo que sea o haya sido, si ya no existe más sentido para él en tu vida, tiene que ser suprimido.
Muchas personas cargan en su vida entera el peso de cosas que fueron importantes en el pasado y que hoy solamente ocupan un espacio inútil en sus corazones y mentes.
Espacio que es indispensable para re-crear la vida.
Existe un proverbio chino que dice: “Para tú poder beber vino en una copa que se encuentra llena de ti, es necesario primero tirar el ti, y entonces poder servir y beber el vino”.
Limpia tu vida. Comienza con las gavetas y armarios, hasta llegar a las personas del pasado que no hacen más sentido en tu vida y que están ocupando un espacio en tu corazón.
Un espacio indispensable para ser ocupado por tu alegría de vivir.

Wednesday, November 14, 2007

El ratón y la ratonera!

Un ratón vagabundo llegó a una casa
mirando por un agujero de la pared,
ve a un hombre entregando un paquete y
una mujer abriendo el paquete.
Rápidamente pensó: "¿que tipo de comida podrá haber allí?
y se imaginó un sabroso queso.
Se le hacía agua la boca de pensar que era de sus preferidos.
Quedo aterrorizado, cuando descubrió que era una ratonera.
Fue al patio de la casa a advertir a todos:
"¡Hay una ratonera en la casa, una ratonera!".
La gallina que estaba buscando sus lombrices en la tierra,
cacareó y le dijo: "¡Discúlpeme Sr. ratón;
entiendo que sea un gran problema para usted,
pero a mi no me perjudica en nada, ni me molesta! "
y el ratón se entristeció.
El ratón siguió corriendo buscando ayuda.
Llegó hasta el cordero y le dijo:
"¡Hay una ratonera en la casa!".
"¡Discúlpeme, Sr. ratón, pero no veo nada que pueda hacer,
yo como pasto. Quédese tranquilo, usted esta en mis oraciones!".
El ratón se fue hasta donde estaban las vacas,
y le dijeron: ¿que nos dice Sr. ratón, una ratonera?
¿Estamos en peligro por casualidad nosotras?
¡Creo que no!
Entonces el ratón se volvió a la casa,
cabizbajo y abatido, para encarar solo la ratonera ...
Aquella misma noche se escuchó un ruido.
Como el de una ratonera agarrando su víctima.
La mujer del estanciero corrió a ver que había en la ratonera.
Pero, en la oscuridad, no vio que la trampa había agarrado
la cola de una víbora venenosa.
La víbora la mordió.
El paje la llevó corriendo al hospital.
La mujer volvió con fiebre,
nada mejor que un buen caldo de gallina.
El hombre entonces tomo el cuchillo
y fue a buscar al principal ingrediente:
la gallina.
Como la enfermedad de la mujer continuaba,
amigos y vecinos vinieron a verla para alimentarlos,
hubo que matar al cordero.
Pero la mujer no resistió, y acabo falleciendo.
Muchas personas vinieron al funeral. El pobre hombre,
muy triste y agradecido por la solidaridad,
resolvió matar a las vacas para darle de comer a todos.
La próxima vez que oigas decir que alguien
esta enfrentando un problema,
y creas que a ti no te afecta, piénsalo dos veces
en todas las casas pueden necesitar una ratonera
¡y todos los integrantes corren peligro!
Nota: ¿se dieron cuenta quien se salvó?

Autor desconocido

Gracias a Mi amada novia "Nadia Lucia Peña Espinosa" por haber compartido esta maravillosa parabola conmigo, y cumplo su pediticion de compartirla con ustedes.